Cabruta
(Especial para Últimas Noticias)
Ante la avalancha humana y el consecuente peso con el que se encontró el Estado para darle empleo a tanta gente inmigrante, Brasil decidió una genialidad y encargó al arquitecto Lucio Costa el diseño de una nueva ciudad capital. Costa se alió con Niemeyer y luego de cuatro años de ser concebida Brasilia comenzó a tener vida con la inauguración de su aeropuerto y el Palacio de Planalto, a donde un día llegó emocionado el Presidente Kubitschek, de tendencia socialista, y develó una placa en reconocimiento a los creadores.
Así Brasil rompió con el esquema colonial de ciudades capital a la orilla del mar y se fue a una extensa meseta en el interior, casi al centro del país, rodeada de ríos, con la idea de poblarla a base de los que emigraron hacia las grandes urbes de la costa. Hoy en día, luego de medio siglo de existencia, Brasilia es una de las ciudades de más rápido crecimiento y tiene uno de los mejores Índices de Desarrollo Humano del mundo, con un paisaje urbanístico incomparable.
Venezuela goza de grandes áreas planas hacia el centro y el sur, y en atención a esa particularidad se seleccionó la línea Tinaco - Anaco como el nuevo Eje de Desarrollo, previendo como eminente medio de transporte al sistema ferroviario y el desarrollo urbano y humano de la Faja Petrolífera del Orinoco y de las ciudades de sus alrededores entre las cuales se encuentran Cabruta y Caicara, separadas por el río Orinoco pero que quedarán unidas por el tercer puente el cual también prevé una línea férrea. De esta manera se rompe con el esquema colonialista de las ciudades cerca del mar que tenían como objeto el saqueo de América y no el desarrollo de su gente y sus territorios. A este favorable criterio de desarrollo hay que añadirle que allí se encuentran los recursos que generan agua potable y electricidad, todo un privilegio.
Es una oportunidad única para librar a Caracas del peso que le significa seguir siendo la Ciudad Capital en un valle estrecho, de naturaleza ya muy perturbada y pervertida, donde el 80% de la población vive atiborrada en zonas no planificadas. Tomemos este tren que significa el Plan Simón Bolívar y que sea en ese eje Cabruta – Caicara, un sitio privilegiado por la naturaleza, donde se ubique a la nueva ciudad capital de nuestra Patria, librando a una cansada Caracas del peso enorme que ya le significa ser la sede de los poderes públicos con todas sus consecuencias y en ese estrecho espacio, tan superpoblado. Se generarían miles de empleos en proyecto y construcción, miles de empleos directos e indirectos en el poblamiento y y se le humanizaría la vida a millones de paisanos que viven improvisadamente en las grandes urbes venezolanas.
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