martes, 15 de septiembre de 2015

El Edificio Galipán de Chacao, Caracas.


El Edificio Galipán, construido en 1952 por el arquitecto Guinand, era una de las edificaciones más modernas del país y sin embargo en septiembre de 1999, hace hoy 16 años, fue declarada su demolición tras una confabulación inaudita y casi general de prácticamente todos los entes que tienen que ver con el patrimonio arquitectónico de Venezuela y que todavía hoy en día no se han podido conocer las causas que lograron que se derogara su declaratoria como edificio patrimonio histórico.

El Prof. Abner Colmenares, Decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela, indicó sobre él que se trataba de un “Hito arquitectónico caraqueño, emblemático de la tipología de edificio plurifuncional de gran altura de los años 50 y memoria de nuestra primera modernidad".

El edificio era Patrimonio Histórico del Municipio Chacao, y nadie entendió nunca cómo pudieron ponerse de acuerdo todos los concejales de la época para decretar la derogatoria de la declaración de bien patrimonial municipal que tenía el Edificio Galipán. Parece como si un hada madrina les hubiese echado a todos alguna escarcha milagrosa.

Nadie entendió nunca la indiferencia del Alcalde de la época (1999), un señor llamado Cornelio Popesco que no se sabe por dónde anda hoy en día, quien no dudó en ponerle la firma al permiso de demolición solicitado por otro señor llamado Salomón Cohén para construir el edificio existente hoy en día y que además irónicamente lleva el nombre del que fue destruido.

 Lo más asombroso fue la opinión del Colegio de Arquitectos de la época que lo declaró "edificio insalvable". Valdría la pena conocer cuáles fueron los argumentos que tuvieron tan inmenso peso que lograron sacar de dicha institución esa tajante declaración.

Cabe destacar que el INSTITUTO DE PATRIMONIO CULTURAL no emitió tampoco declaración alguna en defensa de la edificación; inclusive hubo arquitectos que escribían en importantes diarios de la capital (Economía Hoy, Diario de Caracas), que dieron su aval a la demolición; el colmo es que hasta el mismo arquitecto que lo diseñó estuvo de acuerdo.

Vaya usted a saber qué hado iluminado preconizó que si no se tumbaba el Edificio Galipán alguna maldición caería sobre todos los que no lo permitieran, o algún otro tipo de "amenaza" contra tanto personaje, una "amenaza" colectiva que fue capaz de lograr la derogatoria de la declaratoria de bien patrimonial, algo inédito en Venezuela y cuyos motivos hasta este momento no he logrado conocer de las tantas fuentes que he consultado y que supuestamente deberían saber sobre este tema tan polémico y tan misterioso.

Con la destrucción de El Edificio Galipán, hace hoy 16 años se demuestra que puede haber ocasiones en las que el culto al arte solo está en la mente. Gracias a ello el movimiento de salvaguardia del patrimonio arquitectónico nacional sufrió el más duro revés en la contemporaneidad, un revés que engrosó la larga lista de edificaciones emblemáticas que han desaparecido debido a ese otro “culto oculto” y misterioso que “sacrifica” en honor al “progreso”.