Parque Grande Aquiles Nazoa (Especial para Últimas Noticias)
Salvar el eje verde para la ciudad de Caracas es congelar
las construcciones en ese vital tramo que va desde la Plaza O’Leary de El
Silencio hasta la Plaza Chacaíto. No se deben permitir nuevas construcciones de
comercio, oficinas o viviendas en estos espacios, un pulmón posible y tan necesario
para nuestra elongada ciudad, muy vapuleada desde siempre por la improvisación
y el desorden.
Qué hacer ahora con los edificios para viviendas construidos
en las márgenes de la avenida Bolívar, un “hachazo” a la magna visión, así como
lo fue Parque Central, un proyecto improvisado y apurado, totalmente fuera de
contexto. Desvalorar los espacios abiertos para el solaz de las personas en el
centro de la ciudad y el irrespeto al acervo arquitectónico hicieron mella en
la zona, un atentado al esparcimiento y al casco histórico. La situación
amerita una visión holística de una vez por todas. Convocar a los mejores
mediante concurso para humanizar este eje y convertirlo en el gran parque que
requiere nuestra gran ciudad, que integre un bello paisaje lleno de árboles, espejos
de agua, arbustos y jardines, unas áreas peatonales amplias con caminerías y
pasarelas, y que reduzca al máximo la
circulación vehicular. Allí nos quedan la hermosa arquitectura de El Silencio; las
impecables torres del Centro Simón Bolívar, los históricos Teatro Nacional y
Teatro Municipal, la imponente avenida Bolívar, el Parque Vargas, el Parque
Carabobo, la Escuela de Arte Arístides Rojas, la Galería de Arte Nacional, el envidiable
Parque Los Caobos, el Jardín Botánico, el Teatro Teresa Carreño, el museo de
Bellas Artes y el de Ciencias Naturales,
la Universidad de las Artes, la Casa del Artista, la Acción Social por
la Música, la hermosa Plaza Venezuela y el bien logrado Boulevard de Sabana
Grande, todos espacios aislados susceptibles a integrarse a un digno corredor
para la limpieza espiritual del caraqueño, un gran parque, el Parque Aquiles
Nazoa, el cultor de Caracas, el Ruiseñor de Catuche, un magno emblema para el
más amplio sendero humanístico caraqueño.
