miércoles, 27 de febrero de 2019

El marasmo del petróleo



EL MARASMO DEL PETRÓLEO
Diversificar para vencer

               Es verdad que hay estudios que afirman que en la denominada Faja Petrolífera del Orinoco (FPO) se encuentra el 90% del petróleo extrapesado existente en el mundo. Eso es una afirmación que no es de ahora, sino que data desde 1974 cuando El Servicio Geológico de los EEUU (USGS) lo determinó mediante una evaluación como petróleo no descubierto técnicamente recuperable. A raíz de esa evaluación fue que el presidente Caldera cambió la frase de Faja bituminosa del Orinoco por la de Faja Petrolífera del Orinoco.

               Años más tarde de aquella aproximación porcentual de petróleo no descubierto técnicamente recuperable, el USGS estimó una media de 513 mil millones de barriles (513 MMMB) la existencia en sitio de petróleo en la FPO, de los cuales unos 220 MMMB serían técnicamente recuperables, según su estimación.

               Esta cifra fue la misma cantidad de reservas probadas establecidas a partir de la certificación de Riddley Scott, la empresa encargada en 2005 de efectuar los estudios denominados Magna Reserva, que llevaron a Venezuela al primer puesto de reservas probadas de petróleo en el mundo.

               No hace falta ser economista petrolero para darse cuenta de que hay una gran diferencia entre las frases petróleo no descubierto técnicamente recuperable, utilizada por el USGS, y la de reservas probadas, utilizada a raíz del estudio realizado por Riddley Scott. Hay una gran diferencia entre ambas pues la primera obedece a una cuestión meramente geológica y al conocimiento de las herramientas existentes para extraer petróleo al momento de hacerse el estudio, pero el segundo tiene mucho que ver con la factibilidad económica. Por ejemplo, en términos de factibilidad económica, producir un barril de petróleo extrapesado y transformarlo a condiciones de mercadeo puede costar más que el petróleo más caro que se comercializa en el mundo. Esta es una espada de Damocles que amenaza a la productividad de la FPO.

               Pero en tal caso, no todo está perdido. Hay que tener en cuenta que Venezuela no tiene petróleo solamente en la FPO. A las supuestas reservas probadas de la FPO se fueron añadiendo otras resultantes de la exploración en otras áreas y ya para 2016 alcanzaban los 302,2 MMMB, reservas las cuales, al nivel de producción de ese año de 2016, durarían unos 336 años. Pero si les quitamos las de la FPO quedarían 82,2 MMMB, que con una producción de 2 millones de barriles por día (2 MMBD) habría petróleo para 112 años, o para 75 años, con una producción de 3 MMBD

               Además de ello, hay que tomar en cuenta que la actividad exploratoria se ha llevado a niveles mínimos en los últimos años. En el 2014 por ejemplo, fueron $76 MM de gasto exploratorio frente a $27.400 MM de costos de operación para producir petróleo. Es obvio que la merma de la actividad exploratoria ha influido de manera importante en el hecho de que las reservas probadas efectivas de petróleo en Venezuela no sean mucho mayores.

               En todo caso, y sin contar con la FPO, Venezuela tiene petróleo técnicamente recuperable para muchos años, y se trata de petróleo liviano, que es fácilmente comercializable. Hace falta mayor dedicación a la exploración en las áreas tradicionales, con lo cual seguramente estas reservas probadas efectivas serán mucho mayores.

               El reto está en que esa luminosa perspectiva de reservas probadas efectivas no vaya a continuar manteniendo al país en el marasmo del rentismo y vaya a seguir una Venezuela esclava del petróleo, una esclavitud cada vez más riesgosa pues es un producto cada día más competido. Ahora por ejemplo se avizora un nuevo gran competidor en materia de exportación de petróleo como lo será EEUU con su programa de explotación de lutitas, que si concuerdan las realidades con los planes EEUU será autosuficiente y hasta exportará petróleo a partir de 2025, según las perspectivas de los entendidos, afectando de manera importante la principal fuente de divisas a países como Arabia Saudita, Canadá, México, Angola, Nigeria, otros, y ahora Venezuela, que tendrán que acudir a nuevos mercados.

               A Venezuela le quedan algunos años todavía para montarse en el tren de la diversificación y así poder tener otras fuentes de divisas, para su tranquilidad, fuentes provenientes del oro y los diamantes, del hierro, de la bauxita, y otros recursos naturales abundantes en el país como el agua dulce y la electricidad, que pueden llegar a ser tan influyentes en el tesoro nacional como lo es el petróleo.

Ing. José Durabio Moros
Analista. Investigador.

Fuentes:
World Energy Council

Portal 'Vesti Finance', Reuters / Andrew Cullen

Recursos, Reservas, Faja y Lutitas Carlos Mendoza Pottellá, 10/02/2019

PDVSA, Informes de Gestión Anual