ANTES DE QUE NOS VENGAN A BUSCAR
Que nos lleven plenos y dormidos
Que nos lleven plenos y dormidos
Uno de los accidentes de salud más impactantes que puede
sufrir un ser humano es un accidente cerebro vascular. Hay que ver lo que
significa para alguien saber que de allí en adelante estará limitado para una
vida mental y física acorde y plena. Hay que temerle a esa posibilidad, y hacer
todo lo que esté a nuestro alcance para evitarla.
La vida es un misterio ante el cual la ciencia de nuestros
días, a pesar de los grandes avances, no ha podido desarrollar la metodología
eficiente que libere al ser humano de sufrir accidentes tales como el que acabo de nombrar, y mucho más lejos se encuentra el método para prolongar la vida.
De allí la máxima que reza “cada quien se muere cuando le toca”, pero no
sabemos cuándo será eso. Lo que sí me he dado cuenta es de que hay personas que
desarrollan una metodología de vida admirable, como para prolongarla
indefectiblemente, pero se han muerto más rápido que aquel que no ha
desarrollado nunca ninguna metodología.
No se sabe exactamente qué provoca transitar el último tramo
y concluir, pero sí sabemos que hay factores que influyen, como aquel de los
genes, aquel de la alimentación y aquel del medio ambiente donde vivimos. En
qué medida uno y otro influyen eso no lo sabemos. Hay personas, incluso
personas dedicadas al tratamiento de la salud en humanos, que añaden eso que
llaman el estrés (creo que se escribe así), la tristeza y el sufrimiento, ante
lo cual la verdad que soy escéptico. Creo más en lo primero de lo que acabo de
mencionar como aspectos influyentes.
De todos esos aspectos influyentes me inclino a pensar que
el más pesado es ese de los genes. Siempre he creído que no somos entes únicos,
sino que formamos parte de un todo, y que de ese TODO estamos influidos
notablemente, y que nos asemejamos mucho a los que en ese TODO tenemos más
cerca, vale decir, a nuestros padres y abuelos. De ellos heredamos en buena
parte lo que somos. Es como cualquier cuerpo natural, que los que tiene más
cerca son los que más se le parecen.
Yo le tengo temor a un accidente cerebro vascular porque de
mis padres y abuelos, el único que sé de manera fehaciente que tuvo un evento
de salud minimizante fue mi abuela paterna, quien sufrió en los albores de su tercera
parte de la vida una apoplejía para de allí en adelante quedarse sentada en una
mecedora. En su vida plena se tomaba todos los días de merienda una taza de chocolate
caliente con trozos de queso blanco adentro. Muchos dirán que ahí está el
detalle, pero resulta que conozco personas que hacen y hacían cosas parecidas y
superan y han superado a mi abuela en edad de vida por lustros y décadas.
Somos parte de un todo y parece que
lo que más nos influye son nuestros antepasados más cercanos. Hagamos lo que hagamos tenemos fecha
fija para el no retorno y lo único que nos queda es vivir bien y plenamente
antes de que nos vengan a buscar. Así podrá ser si nos miramos en el espejo de
nuestros padres y abuelos. Entonces muy posiblemente nos lleven plenos y
dormidos cuando nos toquen la puerta.