EL BAILE DE CIPRIANO CASTRO EN MONTALBÁN
“Arriba el general Castro y abajo el mocho Hernández”
Para el año de 1870 estaba Antonio Guzmán Blanco iniciándose
como presidente de Venezuela. Mandó durante tres periodos, hasta 1888. Entre 1884
y 1886 hubo su ausencia que suplantó Joaquín Crespo, de quien Cipriano Castro
se convirtió en enemigo acérrimo. Luego regresó Guzmán Blanco por dos años más y
le sucedieron consecutivamente Rojas Paúl y Andueza Palacios, con quien trabajó
Cipriano Castro hasta 1892, año en el que Joaquín Crespo dio un golpe de Estado
y volvió al poder, por lo que Castro tuvo que ir a refugiarse apresuradamente en
una finca de los alrededores de Cúcuta.
Es a partir de esta fecha que Miguel María Manzo, mi
bisabuelo, cultiva amistad con Cipriano Castro allá en Cúcuta, donde se pasaba temporadas
completas en negocios relacionados con la siembra del café, actividad que
ejercía en su hacienda Aragüita de Montalbán. Cipriano Castro estuvo exilado en
Cúcuta durante siete años, hasta 1899, a partir de cuya fecha se transformó en
Presidente de la República al darle un golpe de Estado a Ignacio Andrade, el Presidente
de turno, impuesto por Joaquín Crespo.
Para ese año Miguel María ya tenía su hogar asentado en
Montalbán con su familia completa.
Miguel María fue tomado muy en cuenta por Cipriano Castro en
su gobierno. Tanto es así que fue Senador de la República y luego miembro del
Consejo de Estado, es decir, un referente importante. La estima del Presidente llegó
a ser tal que, en 1908, unos meses antes de irse a Europa, hizo una visita a
Montalbán, y se alojó en la casa de Miguel María, esa misma que está en la
calle Carabobo, donde ordenó organizar una fiesta, que era su costumbre en sus
visitas a otras ciudades, y la fiesta se iba a hacer en esa misma casa.
El anuncio llenó de emotividad a la sociedad montalbanera.
Las muchachas solteras invitadas,
vinculadas con la familia Manzo
Pérez, se pusieron
de acuerdo
y tomaron un mantel de tela azul de alemanisco y de
allí cada una se apartó un trozo
y se
forraron los zapatos. Llegada la noche, los
hombres se presentaron de frac y en las mujeres abundaba el vestido con falda
de crinolina y zapatos forrados en tela de alemanisco. Castro bailó el vals de
apertura con Silvia Corrales, a quien escogió al azar y quien era una
muchacha atractiva. Silvia Corrales a la postre resultaría tía política
de Sergio Manzo Núñez, nieto de Miguel María, al casarse con una sobrina de la
bella Silvia, Carmen Corrales, quien sobrevivió a Sergio por muchos años, viviendo
en el mismo pastizal de Aragüita, hacienda más que centenaria, que continúa
hoy en manos de la zaga Manzo.
En esa oportunidad surgió un lugareño con un loro
al que entrenó para decir “arriba el general Castro y abajo el Mocho
Hernández”. Cipriano Castro quedó encantado y pidió comprar el loro, el cual terminó
llevándoselo regalado.
Fuentes:
La visita de Cipriano Castro a Valencia, Carlos Cruz, El Carabobeño, Valencia,
2021
Abrevadero II, Torcuato Manzo Núñez, Guadalupe, Colombia, 1979
Cuatro medallas y tres diplomas. José Durabio Moros, Micompumedia, Caracas,
2009
Fotografía de la Plaza Bolívar de Montalbán, cortesía de A Montalbán en sus 290 años, Leonardo Coronel Hernández, Carabobo es Noticia, Valencia, 2022
Fotografía de Cipriano Castro: https://es.wikipedia.org/wiki/Cipriano_Castro
Fotografía de Miguel Manzo Ortega, tomada en Cúcuta, Colombia. Cortesía de
Laura Peruzzi Manzo