martes, 28 de febrero de 2023

El ejemplo de Margot

Margot Friedländer, en un homenaje en Berlín.
Lleva puesto el collar de ámbar, que siempre la acompaña.

El ejemplo de Margot
«Lo que pasó no se puede cambiar, pero esto es por ustedes». 
Margot Friedländer (n 1921), en relación a su libro. 

             La señora Margot Friedländer regresó a Berlin a sus 88 años y desde entonces se dedicó a advertir a los jóvenes sobre el extremismo. En el año de 1943, a sus 22 años, bajo plena persecución nazi, se escondió en el distrito de Kreuzberg, Alemania, en un apartamento de una pareja que apenas conocía, donde sabía que su madre acababa de estar. Le dijeron que había ido a reunirse con Ralph, su hijo varón, pero la verdad era que la Gestapo la había sacado de ese apartamento y se la había llevado a Auschwitz, de donde no salió más nunca. Le entregaron su bolso, que contenía una agenda y un collar de ámbar, y le transmitieron su último mensaje: “intenta hacer tu vida”. 

            Margot cumplió cien años en 2021. Los cien años de Margot, la sacada de su madre de ese apartamento, su agenda y su collar de ámbar, me hicieron recordar a la mía, sacada de su casa lúcida y sin su aprobación. Tengo sus tres últimas agendas y su anillo de matrimonio, cosas que no fue que me dieron, sino que recuperé milagrosamente: las agendas antes de que desmantelaran su biblioteca violentamente, y el anillo después de que me lo negaran varias veces. El collar de ámbar de su madre, Margot no se lo quita para nada. Me trajo a la mente el collar de perlas que le regalé a la mía, desaparecido misteriosamente de su casa.

           Lo que sucedió con la madre de Margot desde que la sacaron de su casa ya no es un lado oscuro. Ella lo alumbró en su libro. Y se ha narrado en muchas publicaciones, por lo que lo sabe todo el que se haya paseado por este, un caso muy relatado, y que fue la motivación de Margot, su hija, para emprender el trabajo de hacer un libro sobre esa historia final. Con él da conferencias en las escuelas y universidades de Alemania sobre El Holocausto y el amor por su madre, diferente a todos sus amores, como ella dice. “Me escuchan con atención”, comenta, sobre los estudiantes. “He recibido -no sé-, 1000 cartas. Les digo: lo que pasó no se puede cambiar, pero esto es por ustedes”.

 
"Intenta hacer tu vida"
Margot Friedländer, 2014

          Me leí el libro, un poema al amor. Su narración de los acontecimientos siempre va acompañada por el agradecimiento, y por la admiración, el respeto y el amor al personaje de su vida. Es una catarsis que drena todo lo que tenía que decir, debido a lo cual, y como ella misma pregona, ahora se siente mejor. Así lo creo, porque simplemente no se puede vivir con tanta verdad escondida. 

          Ante tantos libros técnicos que hice, mi madre me dijo un día: “ahora quiero ver el espiritual”. Con esa motivación le hice un homenaje al describir pausadamente cien años de su entorno y los primeros cuarenta años de su vida*, en los cuales se cuajó una hermosa personalidad moldeada desde muy abajo, de pleno equilibrio, vivida con intensidad, adornada de alegría, amor y esperanza, donde la constancia, la paciencia, el optimismo y la dignidad nunca faltaron. 


Bautizo de 4M3D

          Desde que se fue, siempre he sentido que me faltó completar aquella primera cronología con una segunda parte, y narrar para la posteridad hechos claros y otros no tan claros que destacan lo límpido y aclaran lo turbio, sobre todo los últimos, en los que se defendió a base de pura dignidad. 

"El lado oscuro" (en edición)

         Este libro tuvo sus buenas fuentes de información, pero también su fuente de inspiración: Margot Friedländer y su valentía. Aunque lo que pasó no se puede cambiar, mi mayor deseo es que su lectura sirva para despertar algunas mentes dormidas que se basan en la fragilidad y la indefensión para el maltrato inconsciente. 

*Cuatro medallas y tres diplomas, JDMoros, Ed. MicompuMedia, 2009.-