jueves, 7 de abril de 2016

Ni agua

Ni agua (especial para Últimas Noticias).
La represa de Guri requiere de unos cuatro millones y medio de litros por segundo de agua para generar  sus 10.000 megavatios de electricidad instalados y proveer el 70% de la electricidad que requiere el país. Con ese caudal de agua se cuenta sin problemas desde mayo hasta enero pues el agua se repone a diario en la represa y hasta sobra. De marzo a mayo se cuenta es con lo represado en el embalse, el cual almacena un volumen de 137 kilómetros cúbicos, el séptimo de mayor capacidad en el mundo.
La cota más alta de agua que tiene el embalse es de 266 metros, y la crítica, es decir, la mínima necesaria para el buen funcionamiento de sus turbinas es de 240 metros.
En condiciones normales de generación eléctrica, Guri requiere consumir  diariamente 12 cms de la altura de su presa, aproximadamente, lo cual equivale a contar con un caudal de 4800 m3/seg.
Toda el agua que se bombea a Caracas está en el orden de los 20m3/seg, o sea, el 0,4% de ese volumen. Es decir, pensar en reciclar por bombeo el agua del Guri para su reutilización por las turbinas es pensar en un sistema de captación, conducción, bombeo y deposición de más de 100 veces mayor envergadura que el sistema que posee Caracas y toda su área metropolitana.
El gran pesar que produce esta situación es que todos estos análisis se hacen porque los diseñadores de la presa nunca se imaginaron que vendría una degradación de la atmósfera tal que traería como consecuencia épocas de verano mucho más largas que la que arrojaron sus cálculos climatológicos y tampoco pensaron que la cuenca del Rio Caroni iba a perder su capacidad de producción y retención de agua, una cuenca que siempre fue de los sitios donde más llovía en el mundo. El largo verano y la depredación que producen la explotación minera, los incendios, los conucos, la apertura de trochas y la deforestación se confabularon para rebajar la capacidad de captación de la Cuenca.
Dolor da también ver que esa enormidad de agua que pasa por Guri se pierde pues se va al mar y no se aprovecha para el consumo humano a excepción de la ciudad de Puerto Ordaz. Ciudades como Caracas o Valencia, ejerciendo sus roles de ciudad capital y ciudad industrial, muy bien pudieran estar en las márgenes del río Caroní, fuente óptima de agua dulce y de electricidad, en lugar de seguir en las márgenes del paupérrimo y contaminado Río Tuy y del no menos devaluado Lago de Valencia, con una población en su gran mayoría hacinada, insalubre y colapsada, protestando porque… “no tenemos ni agua” y exigiéndole al Estado la construcción de costosos sistemas de distribución.



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