domingo, 20 de noviembre de 2016

Una Venezuela nueva



Una Venezuela nueva. (Especial para Últimas Noticias)


Es muy notable el avance en el destrabe vial que experimentó nuestra actual ciudad capital con la implementación de las diecisiete soluciones viales correspondientes al Plan Movilidad iniciado en 2013, un proyecto completado fielmente, tal y como estaba planificado. Ahora se circula mejor por las principales arterias viales rápidas de Caracas, un buen paso hacia la humanización de tan castigada urbe, enclavada en un valle largo y angosto seleccionado por sus primeros colonos debido a sus paisajes, a su cercanía al mar pero sobre todo por el clima y la brisa proveniente del este.

Hoy en día su superpoblación ha castigado severamente esas bondades, ese lar, oasis de aquellos tiempos. El afán de vivir en Caracas desde el boom petrolero a esta parte ha sido tal que ha ocasionado que el 80% de su extensión sean zonas no planificadas, tanto es así que muy recientemente, el Barrio José Félix Ríbas, hecho por la gente misma, ha pasado a ser la urbe espontánea más extensa del mundo.

Esta característica, lejos de ser motivo de orgullo, nos dice del grado de sobresaturación poblacional descontrolada que tiene la ciudad, diseminada en estos sectores, donde por supuesto imperan la improvisación, el desorden, la insalubridad y el feo paisaje, la mejor explicación al azote de la delincuencia. 

Pero por otro lado Venezuela hoy por hoy se ha convertido en un país único en cuanto a sus reservas naturales recién evaluadas. Solamente saber que somos el segundo país del mundo con más agua potable lo hace un paraíso para la humanidad del futuro. Y si hablamos de recursos minerales no alcanza la imaginación para entender lo que significan 220 mil millones de barrilles de petróleo en nuestro subsuelo, siete mil toneladas de oro en reservas probadas y todo ello sin mencionar el potencial del cobre, el diamante, el coltán, el hierro y la bauxita. Y estos recursos naturales por los que apuesta el país están todos ubicados en las extensas vegas de nuestro Río Orinoco, en zonas tales como la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO) y el Arco Minero del Orinoco (AMO).

Hay que ser coherentes con esta realidad y orientar al venezolano hacia el poblamiento de esta región, creando condiciones de orden urbano. Es inconcebible hoy en día el abandono poblacional que experimentan el Estado Bolívar y el Estado Amazonas, cuyas áreas son casi la mitad de la extensión del territorio nacional y sin embargo allí solo vive el 5% de nuestra población.

La gran necesidad de apuntalar el aumento sostenido que está experimentado la producción de la FPO y la gran necesidad de atender de manera científica la nueva producción minera deben ser acicate del venezolano de los nuevos tiempos para orientar su vida hacia estos lares. 

Hay proyectos urbanos como Ciudad Caura (o Ciudad Libertad), Cabruta, Santa Cruz del Sur, que están en la palestra, así como Calabozo, y la misma Ciudad Bolívar, proyectos que significan quitarle a las ciudades del eje costero el grave problema de la superpoblación y a su vez incentivar el nuevo desarrollo. Impulsar el ferrocarril Tinaco Anaco y el tercer puente sobre el Río Orinoco forman parte de esta necesidad nacional.

“Yo estoy seguro que mucha gente joven, profesionales o estudiantes, que hoy están en las universidades estarán muy motivados a fundar allí en la Faja del Orinoco una Venezuela nueva que está naciendo”, dijo el Presidente Hugo Chávez en el año 2011. El mejor aporte que podemos hacer a esta idea universal de humanismo y desarrollo para el país es impulsar condiciones para acelerar la infraestructura ya iniciada y crear aquí la nueva capital de la nueva Venezuela que está naciendo.

martes, 1 de noviembre de 2016

Yo tenía una luz

Yo tenía una luz (Especial para Últimas Noticias)

Recientemente CorpoCapital, un ente adscrito a la Alcaldía de Caracas culminó con éxito la instalación de ascensores nuevos para todos los edificios del Complejo Parque Central de Caracas, ascensores chinos de alta tecnología, silenciosos y serenos, dignos de primer mundo. Inclusive hay asesoría permanente de los técnicos de China que están aún en el país con la finalidad de velar por el óptimo performance y de atender cualquier novedad que se presente.

CorpoCapital a su vez asignó operadores para atender el funcionamiento, una medida que además mejora el aspecto vigilancia para la buena conservación de estos aparatos de última tecnología, y de manera indirecta es algo que significa una ayuda para el nuevo sistema de prevención y seguridad que hay en el Complejo.

Ha pasado poco más de un año de la culminación de la instalación de estos magníficos ascensores y ya observamos cómo algunos de ellos están fuera de servicio. Inclusive se nota que los han deteriorado por dentro y hasta les han robado las pantallas de video arrancándoselas de cuajo, una situación demasiado lamentable ver cómo se pierden tan rápido estos esfuerzos tan costosos en dinero y en horas hombre.

Es difícil evitar el vandalismo en este suburbio urbano, y en una sociedad como la de Caracas donde la cultura y la educación se han venido un poco a menos en los últimos años, entre otras cosas dada la avalancha humana descontrolada que ha entrado al país, que se ha instalado en las ciudades y que en Caracas en su gran mayoría vive en las extensas zonas no planificadas que la rodean donde por supuesto imperan la insalubridad, el desorden y el feo paisaje, germen de la delincuencia.

El aislamiento de los grupos urbanos organizados es lo que va quedando, dada esta patética realidad, como efectivamente vemos en los urbanismos de Caracas, que se han cerrado; pero Parque Central extrañamente no ha adoptado ninguna medida en este sentido y permanece abierto las 24 horas del día, con decenas de entradas y salidas libres y otro tanto de zonas solitarias y de baja circulación que es precisamente por donde escapan los vándalos causantes de los deterioros y de los atentados contra la gente.

Se hace imperioso planificar un eficiente sistema de control para este Complejo desde una visión universal que derive en todos los detalles, y tomar acciones. De lo contrario veremos el decaimiento moral del personal de mantenimiento y de vigilancia de la Alcaldía de Caracas al ver que sus esfuerzos son casi que inútiles, y veremos también la desmoralización de sus habitantes, un conglomerado humano con luchas de vieja data y que creyó ver por fin la luz con la incorporación de CorpoCapital, una luz que se viene apagando poco a poco.