viernes, 18 de enero de 2019

El Monumento a la Virgen de la Paz

Créditos: De Rjcastillo - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=27643278
El Monumento a la Virgen de la Paz
Un coloso olvidado


          El Monumento a la Virgen de la Paz que está en el Estado Trujillo lo mandó a hacer el presidente Luis Herrera Campins a instancias de su esposa Betty Urdaneta como un homenaje a la patrona de ese Estado. Como extraña contraposición a semejante inversión de dinero, de las festividades que conmemoran su aniversario, ninguna se efectúa en la llamada Peña de la Virgen, que es el sitio donde se encuentra enclavada la inmensa estructura. Todas las celebraciones oficiales se hacen en la Plaza Bolívar, en el Parque de La Trujillanidad y en la Catedral Nuestra Señora de La Paz.

          Un monumento más, de los llamados colosales (como la Estatua de la Libertad o el Cristo de Río), que quedaron para admirarse solamente por su inmensa envergadura mas no por lo que representan. En el aspecto colosal el Monumento a La Virgen de la Paz tiene un sitial respetable en el mundo, al ser la estatua más grande dedicada a la Virgen María construida jamás en el globo terráqueo. Incluso es más alta que el Cristo de Río. Pero muy poco visitada, sorprendentemente. Es casi diez veces menos visitada que el Santuario a José Gregorio Hernández, en el mismo Estado Trujillo.

          Es un alerta para aquellos gobernantes quienes, con idóneas intenciones o no, vislumbran ejecutar inmensos monumentos a las personas, imágenes o figuras  que a lo largo del tiempo se han transformado en íconos regionales como la Virgen de la Paz, patrona del Estado Trujillo, o como la Divina Pastora de Barquisimeto Estado Lara, cuyo gobernador pretérito eligió hacer una monumental escultura (Monumento Manto de María) llena de cinetismo, y que en altura le quitó el puesto al Monumento a la Virgen de la Paz. Es de hacer notar que el recorrido de la procesión de la Divina Pastora pasa muy lejos de la Colina del Viento, y se mantuvo igual el año antepasado, el pasado y este también. Quizás le pase a esa escultura lo mismo que a la de la Virgen de la Paz, que se va  a visitar solamente para admirar sus grandes formas y el atractivo que significa su diseño, mas no por su veneración.

          El colosal monumento fue diseñado por un arquitecto y escultor español llamado Manuel De La Fuente, de dilatada trayectoria en Venezuela, y fue calculado estructuralmente por el ingeniero civil Rosendo Camargo Mora, transformado en el artífice de la propuesta de De La Fuente. Sin la solución estructural de Rosendo Mora no habría sido posible la puesta en práctica de semejante proyecto arquitectónico. Dicho proyecto estructural de Camargo es toda una joya de aquellas que no se ven pero que se lucen, pues sirven para que esas excentricidades ni se agrieten, ni mucho menos se caigan.


          Esperemos que se acaben las ideas de los macro proyectos en estatuas a personajes e imágenes y se incentive más bien el culto tradicional, sencillo y humilde que acostumbra la feligresía, y estos grandes montos de dinero que requieren estas inmensas esculturas humanas se utilicen en acueductos, drenajes, calles y avenidas para el confort de la misma gente que practica su religión humildemente.

miércoles, 2 de enero de 2019

La toma de Granada y los moriscos en América



LA TOMA DE GRANADA Y LOS MORISCOS EN AMÉRICA
Desde Cádiz a Cartagena de Indias con Alonso de Ojeda

El 02 de enero de cada año se celebra la Toma de Granada, una guerra que marcó el punto final a cualquier hegemonía de los musulmanes en España, país que de allí en adelante se desató en conquistas. No solamente al vasto territorio de Granada, sino fuera del ámbito de la Península Ibérica, zonas como Ceuta, las Islas Canarias, e inmediatamente después todo lo que es América Central, El Caribe y América del Sur, empezando por Venezuela, primer país de ese Continente donde los españoles tocaron tierra.

Desde ese acto de entrega de las llaves de la ciudad protagonizado por el Emir Boabdil y los Reyes Católicos, se minimiza para siempre la presencia musulmana en ese país. Los que quedaron fueron muy bien identificados y confinados en comunas, condenados a ser ignorados y no considerados para cargos dirigentes o de cierta relevancia. 

Cuando Cristóbal Colón reclutaba gente para viajar a América, los escasos moros (expresión amplia, pero que en este caso es la denominación española utilizada para identificar a los musulmanes enfrentados durante los siglos VIII al XV a los reinos cristianos peninsulares) fueron descartados. A pesar de la temeridad de la aventura y de la inminente dificultad por muchos días que le esperaba a esos tripulantes, imperó el criterio de que resultaba un beneficio viajar a Las Indias, reservado solamente a los “cristianos viejos”. Ya en el año 1500, superada la etapa de los viajes de Colón, fue que Alonso de Ojeda, veterano de Granada,  se atrevió a volver a América ya mejor apertrechado y en flotas más numerosas y mejor preparadas que las de Cristóbal Colón. En esos viajes de Ojeda es que se dice que  se “colaron” algunos judeoconversos, y posiblemente algunos moros, pero no se tiene la certeza. Esta teoría se refuerza con la aparición de la figura del musulmán en diferentes pinturas en la época del virreinato del Perú, que abarcaba desde lo que hoy es el Perú hasta Panamá.

No se puede entonces relacionar con certeza la exigua presencia de moros en América con la Toma de Granada y la huida musulmana, pues la inmensa mayoría de los sobrevivientes cruzaron el estrecho y regresaron a Magreb (comprende la actual Mauritania, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia), siendo muy pocos los que se quedaron en España, de los cuales algunos se convirtieron al cristianismo y los que se quedaron con sus creencias fueron confinados a las denominadas morerías, de donde se especula que unos cuantos se colaron a Cádiz y zarparon a Las Indias con el navegante y conquistador español Alonso de Ojeda.