Hay que ver lo importante que es para la juventud que la Superliga haya logrado levantar el basquetbol en Venezuela desde el año pasado, un comienzo lleno de dificultades, donde después de conformarse los grupos hubo la renuncia de tres equipos importantes, y como si fuera poco, la pandemia, que obligó a hacer el campeonato en un sistema denominado burbuja, que es de imaginar. Jugar sin fanáticos el basquetbol es muy distinto a tener la celebración de las canastas que provenga de las gradas, donde, además de los fanáticos, están los amigos y la familia.
Las sanciones que le hizo la FIBA a varios equipos de la LPB le hicieron mucho daño al basquetbol venezolano este año de 2019, asi como las desaveniencias internas en la LPB, una realidad mas que preocupante para buena parte del espectro juvenil, tanto masculino como femenino, situación hoy en día superada por la Superliga, idea de Hanthony Coello y un grupo de promotores deportivos y propietarios de equipos, una organización novedosa y con un futuro inmenso.
Da gusto ver a los jugadores de Trotamundos de Carabobo celebrar su triunfo, tras una dura serie final ante Guaiqueríes de Margarita, sobre todo verles su alegría porque el torneo se haya retomado, declaraciones a las que se unieron todos los jugadores, incluyendo a los del equipo de Guaiqueríes y estoy seguro que a los integrantes del resto de los equipos, que lo que les interesa es jugar, tener la oportunidad de competir, de medirse ante otros jugadores y equipos.
Mi primer equipo de basquetbol |
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