miércoles, 6 de julio de 2011

La Casita Ideal

Y cuál será la vivienda ideal? La gran referencia debe ser el confort deseable de la familia y no otro factor, como a veces se hace por ejemplo con los sistemas constructivos, casi todos obligantes, rígidos y sin opciones. Lo deseable es hacerse del conocimiento de las características sociales del grupo familiar, y de no contarse con esa información, acudir al índice familiar promedio de la zona y sus alrededores. En lineas generales, no debe entregarse una solución de al menos dos habitaciones, dada la estructura típica tradicional de una familia por estos lados del mundo, donde supuestamente hay una pareja de adultos que coordina y lidera al grupo familiar, y que si falta uno de esa pareja, queda el otro, que requiere de su espacio mínimo, un cuarto con un baño. No queremos decir con esto que no haya otras conformaciones, donde no existe ni padre ni madre, sino quizás una abuela o un tio, o quizás ninguno de esos dos, pero esto serían excepciones de la regla pero que también requieren de atención. Aparte, el cuidado que hay que tener de que el solicitante no tenga Vivienda Principal, con lo cual se evita el tráfico de viviendas o la posterior venta de la misma, tergiversándose el objetivo de los programas.
La vivienda debe guardar desde las dimensiones mínimas hacia arriba, sin sobrepasar la medida promedio, con el fin de no desaprovechar espacios ni desvirtuar el confort, que no precisamente depende de los grandes tamaños sino más bien de la suficiente capacidad y de la armonía entre los espacios.
La tercera habitación puede entregarse, dependiendo de los resultados estadísticos, y si no se amerita para ese momento, dejar el espacio y las indicaciones, según el diseño y el sistema constructivo, para el día de mañana llevar a cabo el crecimiento sin traumas. Hay que entender que siempre se va a crecer, por lo que dentro de las limitaciones de los proyectos debe quedar "diseñada" la posibilidad de ampliar la casa sin problemas, con las indicaciones debidas, de manera que se logre la ampliación manteniendo el funcionamiento armónico de la vivienda.
En revestimientos y acabados hay que detenerse en la toma de decisiones de si se reviste de cerámica o no (pisos y paredes de baño y cocina), pues el usuario final es propenso a cambiar este tipo de acabados, bien sea porque el color no le gusta, no le gusta el tamaño de la cerámica, el relieve, o que simplemente no quiere cerámica en sus pisos, entre otra se serie de argumentos. Las estadísticas señalan que el 60% de los habitantes de viviendas sociales nuevas, efectúan cambios de fondo en sus casas, de manera que puede ser una medida saludable no efectuar revestimientos de cerámca, lo cual evita destruir lo recién construido y genera un importante ahorro en costos de construcción.
Finalmente debemos recordar que la salubridad en una casa es imperante. No debemos construir si no tenemos un entorno saludable, es decir, que exista agua potable y sobre todo sistemas de disposición de aguas servidas. A la gente hasta le llega a interesar más tener luz, agua y cloacas que la misma casa, pues se ha visto que prefieren el rancho con tal que les arreglen o que les pongan los servicios. De manera que a la hora de construir, el plan debe salir con los servicios garantizados en estos tres rubros, y si le podemos agregar el gas, la calidad estaría garantizada.
Hay que pensar que el venezolano le tiene amor a la tierra que pisa y al rancho donde vive, donde nacieron sus hijos y que construirlo le costó tiempo y sacrificio. Sustituir un rancho por una vivienda tiene que ser a través de un buen prototipo y que esté integrado a los servicios, de manera que compita con ese arraigo, legítimo por demás y que la gente defiende y que a veces hasta es insuperable.

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